En estos tiempos de confusión y volatilidad, los amigos y cuñados "que están al caso" no dan abasto. Cada semana una nueva noticia desbarata los pronósticos y certezas de la anterior. Pero hay una manera de saber cuánto valen los pisos, los coches y cualquier otra cosa. Ahí va el caso real de la venta de mi coche, aplicable a cualquier cosa que uno quiera vender:
27-3-08:
Publicado en www.autoscout24.com, www.coches.net, www.autocasion.com
Precio: 21.500€
Los grandes bancos internacionales pierden dinero. La Fed inyecta 100.000 millones de dólares en el mercado.
27-5-08:
Recibidas 3 llamadas y 3 emails, todos por internet.
Todos los contactos eran sólo para curiosear, o para plantear la posibilidad de reducir el precio. Me doy por enterado y decido hacer bajadas de precio de 500€ cada 15 días.
Además, hago un cartelito en papel y lo pego en las ventanillas del coche.
Barclays, el tercer banco del Reino Unido, en serios apuros. Europa contiene el aliento.
27-7-08:
El precio ya está en 17.000€. He tenido que saltarme la norma de los 500€ porque los contactos han estado a 0 durante varias semanas seguidas.
La crisis financiera está en su apogeo, los pisos caen y el panorama económico se complica. La sensación es de "esto se hunde".
1-8-08:
16.500€. Me llama una señora que ha visto el anuncio en internet. Acordamos un encuentro para ver el coche. Es el primer contacto que demuestra un interés real. También es el momento en que tengo el precio más bajo.
El grifo del crédito ya está cerrado. No se presta para pisos, ni para casi nada.
12-8-08:
16.000€. Vendido. Lo compra la hija de 19 años; trabaja en una peluquería y ha pedido un crédito personal por el 100% del importe. El banco ha tardado 11 días en concedérselo; la avalan sus padres con sus dos nóminas. Parece que les han exigido mil garantías.
Contactos recibidos: 17
internet: 10
cartel en ventanillas: 7
¿Malvendido?
Tuve esta sensación durante un par de semanas. Hasta que compré mi nuevo coche con un descuento mucho mayor del que esperaba. "No se vende nada, pero nada" me confesó el comercial.
La sensación de haber malvendido desapareció definitivamente cuando justo 1 mes después, un amigo se compró un coche idéntico (hasta en el color) al que yo acababa de vender. Lo encontró en La Caixa Renting, con 25.000km menos, y mejor equipado. Pagó 15.500€.
Un enorme stock de renting de directivos ya había inundado el mercado. Seguramente el mío no valía ya más de 15.000€ en ese momento. Empecé a pensar que había tenido suerte, mucha suerte.
En fin, así se determina hoy, como ha sido siempre por otra parte, el precio adecuado de las cosas: vendiéndolas en el mercado. Porque lamentablemente el precio no es el que uno quisiera: es el que le pagan a uno -suspiro-. Si alguien sabe de otro método, que avise! :-)
lunes, 10 de mayo de 2010
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